La pandemia abre la posibilidad de un cambio basado en la cooperación: Francisco Saucedo

“La vida comunitaria y los espacios colectivos solidarios tienen la estafeta para recrear la vida de hoy en adelante”, dice el integrante del CIIESS-Ibero.
La emergencia sanitaria global por el Covid 19 si bien es delicada, obliga a una reflexión profunda, abre las expectativas de un cambio en términos de cooperación, ayuda mutua y reciprocidad, afirma Francisco Saucedo, integrante del Centro Internacional de Investigación de la Economía Social y Solidaria (CIIESS-Ibero) y del COSUCOOP.
En ese cambio, prosigue, “la vida comunitaria y los espacios creativos de colectivos solidarios pueden adquirir la estafeta de la gran posibilidad de recrear la vida de hoy para adelante”.
Francisco Saucedo, acompañante de varios procesos desde la economía solidaria y el cooperativismo, ubica dos escenarios actuales dialécticos: Por un lado la batalla por la vida de las personas, en los hospitales; pero por otro, la posibilidad de la naturaleza de regenerar la vida por sí misma, con los paisajes limpios que se habían olvidado en una sociedad industrializada.
“El escenario actual es como una guerra y sabemos que va a haber caídos, en la primera línea de heroicidad están las personas profesionales de la salud, enfermeros y gente de limpieza, se expone el corazón humano con toda su grandeza y al mismo tiempo con toda su debilidad”, reflexiona Saucedo, resguardado en casa pero sin dejar de trabajar.
Es en este momento donde la economía social y solidaria se muestra como alternativa, pues “sustentada en la vida comunitaria, encierra una visión de contención por la vida, de cuidar la naturaleza, la sociedad y las relaciones sociales”.
“No es empezar de nuevo pero sí es un cambio en la narrativa, es racionalizar nuestra vida con otras capacidades, en términos comunitarios y dejar que el planeta se auto regule”, dice.
Saucedo comenta que aunque el contexto global es de competencia y de “sálvese quien pueda”, también está presente la lógica del cuidado y con éste, el origen de la solidaridad. Y como el ser humano desde que nace, necesita del cuidado, la solidaridad es parte sustantiva en nosotros, expone.
Viendo al futuro inmediato, señala que “la sociedad debe avanzar más hacia la solidaridad, hacia la fraternidad y hacia la cooperación, porque son las formas en que el planeta puede sostenerse”.
Si bien la pandemia es un asunto global, en México el modelo cooperativo tiene la oportunidad de reflexionar, de aglutinarse y coordinarse con pasos agigantados, lo que supone grandes niveles de confianza y de sustentarse en infraestructura propia, pero además de aprovechar los instrumentos lanzados desde el gobierno.
Por ejemplo, expone Saucedo, programas como Sembrando Vida podrían generar organización colectiva desde la producción hasta el consumo; la Central de Abasto y los mercados locales podrían funcionar con una lógica de solidaridad hacia las comunidades.
“El peso fundamental hay que dárselo a la organización social, la ayuda mutua, la cooperación y la reciprocidad desde la comunidad, esa es la base, pero también estos programas que está generando el gobierno hay que aprovecharlos”, concreta el integrante del CIIESS.
“Es la oportunidad incluso de reconstruir una infraestructura de salud con una visión mucho más colectiva, cooperativa y solidaria”, pero también en cuanto a la alimentación y las fábricas, repensarlas desde lo local, concluye.
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4 Responses
Un abrazo
Me encanto el contenido, pero la letra que usaron esta muy clara y es difícil leerla. Podrían ponerla un poco más obscura.
Desgraciadamente, mucha gente pierde la memoria en el tiempo, afirmo categóricamente que después de 3 a 5 años las cosas seguirán como siempre han estado; los capitalistas insaciables volverán a su rutina de explotación y los pobres a seguir siendo esclavos y sumidos en su enajenación, consumidores de lo que le ofrezcan los grandes empresarios.
Si que es importante el trabajo colectivo de masas, ha quedado claro, que quien produce el valor a las mercancías, es el obrero, el trabajador y se deberían de retomar los talleres de dirigentes y sobre las áreas específicas, en las que podemos y debemos involucrarnos, es crear conciencia de clases y lo más importante, no soltar la batuta, nunca más.